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Cicatrices
por laila mabrik Jue Jun 05, 2014 2:44 pm
Cicatrices
Por cecigiambo
Hoy sonrío mientras me miro las piernas. Esas que quedaron atrapadas, inmovilizadas por tanto tiempo. Las que soportaron el peso de un cuerpo golpeado por el dolor de lo imprevisto, de lo inesperado. Las que supieron contener el dolor de un par de pies quebrados con miedo de nunca más volver a andar.
Sonrío, mientras me reencuentro con mi cuerpo, mientras me miro las cicatrices. Aquellas que quedaron como recuerdo de un aprendizaje. Un cuerpo que muchas veces hice caminar con la cabeza gacha, tímido y hasta quizás con vergüenza. El mismo que esta vez, se levantó y se hizo fuerte. El mismo que se mostró sereno cuando mi espíritu se inquietaba por dentro, que obligó a mi mente a relajarse invitándola a traer los recuerdos más lindos y las voces más dulces, para tener de donde aferrarse …y encontró muchos… tantos recuerdos que hasta me pareció abrir los ojos y ver a mis seres queridos sonreír conmigo.
Hoy sonrío, mientras me abrazo las piernas y pienso...
¿Cuántos de nosotros cargamos con cicatrices?
¿Cuántos han tenido que aprender a lamerse las heridas para seguir andando y cuántos las han dejado abiertas porque aún duelen en el alma porque lastimaron la autoestima y el orgullo? Esas que están destinadas a estar abiertas de por vida porque el dolor no las deja cicatrizar, entonces se torturan cada día con el resentimiento, con la bronca de lo inaceptable, hasta que vuelven a sangrar.
Esas que vienen como resultado de una pérdida, de un fracaso o de un duelo. Un duelo con nosotros, por algo que teníamos, por algo que perdimos o por el fracaso de algo que deseábamos tener y no conseguimos.
Las hay profundas y silenciosas. Y las hay visibles y superficiales, aunque no por eso menos dolorosas. Aquellas que nos marcan el cuerpo físico, que nos hacen aprender a mirarnos nuevamente en un espejo y aceptarnos. Aquellas que con los años, quizás, logramos suavizar un poco.
Hoy sonrío mientras abrazo mis cicatrices... aquellas que hasta hace un tiempo, no lograba aceptar. Hoy las abrazo y les agradezco. Porque son el resultado de haber aprendido a soportar dolor. Porque me recuerdan que fue mi cuerpo quien decidió ser fuerte independientemente de mi persona, él supo que debía tirar para adelante.
Sonrío, mirándome mis cicatrices… porque aprendí a mirarlas sin resentimiento. Las acepto y las abrazo. Y entiendo que debo intentar hacer lo mismo, con las del alma. Esas que no se ven tan seguido pero que un simple recuerdo la traen nuevamente y algo nos recuerda que aún siguen abiertas. Hoy entendí lo que eran, por eso las abrazo. Porque entendí que en mayor o en menor medida todos tenemos alguna cicatriz. Algunas más frescas que otras, más dolorosas, más intensas. Y agradezco no ser la única que tenga que cargar con ellas y saber que todos tenemos alguna herida por cerrar y está bueno aprender que con el tiempo...todo cicatriza.
Por cecigiambo
Hoy sonrío mientras me miro las piernas. Esas que quedaron atrapadas, inmovilizadas por tanto tiempo. Las que soportaron el peso de un cuerpo golpeado por el dolor de lo imprevisto, de lo inesperado. Las que supieron contener el dolor de un par de pies quebrados con miedo de nunca más volver a andar.
Sonrío, mientras me reencuentro con mi cuerpo, mientras me miro las cicatrices. Aquellas que quedaron como recuerdo de un aprendizaje. Un cuerpo que muchas veces hice caminar con la cabeza gacha, tímido y hasta quizás con vergüenza. El mismo que esta vez, se levantó y se hizo fuerte. El mismo que se mostró sereno cuando mi espíritu se inquietaba por dentro, que obligó a mi mente a relajarse invitándola a traer los recuerdos más lindos y las voces más dulces, para tener de donde aferrarse …y encontró muchos… tantos recuerdos que hasta me pareció abrir los ojos y ver a mis seres queridos sonreír conmigo.
Hoy sonrío, mientras me abrazo las piernas y pienso...
¿Cuántos de nosotros cargamos con cicatrices?
¿Cuántos han tenido que aprender a lamerse las heridas para seguir andando y cuántos las han dejado abiertas porque aún duelen en el alma porque lastimaron la autoestima y el orgullo? Esas que están destinadas a estar abiertas de por vida porque el dolor no las deja cicatrizar, entonces se torturan cada día con el resentimiento, con la bronca de lo inaceptable, hasta que vuelven a sangrar.
Esas que vienen como resultado de una pérdida, de un fracaso o de un duelo. Un duelo con nosotros, por algo que teníamos, por algo que perdimos o por el fracaso de algo que deseábamos tener y no conseguimos.
Las hay profundas y silenciosas. Y las hay visibles y superficiales, aunque no por eso menos dolorosas. Aquellas que nos marcan el cuerpo físico, que nos hacen aprender a mirarnos nuevamente en un espejo y aceptarnos. Aquellas que con los años, quizás, logramos suavizar un poco.
Hoy sonrío mientras abrazo mis cicatrices... aquellas que hasta hace un tiempo, no lograba aceptar. Hoy las abrazo y les agradezco. Porque son el resultado de haber aprendido a soportar dolor. Porque me recuerdan que fue mi cuerpo quien decidió ser fuerte independientemente de mi persona, él supo que debía tirar para adelante.
Sonrío, mirándome mis cicatrices… porque aprendí a mirarlas sin resentimiento. Las acepto y las abrazo. Y entiendo que debo intentar hacer lo mismo, con las del alma. Esas que no se ven tan seguido pero que un simple recuerdo la traen nuevamente y algo nos recuerda que aún siguen abiertas. Hoy entendí lo que eran, por eso las abrazo. Porque entendí que en mayor o en menor medida todos tenemos alguna cicatriz. Algunas más frescas que otras, más dolorosas, más intensas. Y agradezco no ser la única que tenga que cargar con ellas y saber que todos tenemos alguna herida por cerrar y está bueno aprender que con el tiempo...todo cicatriza.
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