Tierra muerta.

Tierra muerta.

Desnuda y áspera cesa de entregar su cuerpo al viento,
las corrientes desgastaron sus caudales y sus fuentes,
los embates del silencio la golpearon sin clemencia,
erosionada y marchita esconderá su sonrisa al sol.

Niegan sus surcos otrora verdes nuevas semillas germinar,
emplaza las alegrías para tiempos que no anhela.
Siembra entre abrojos y hastío su soledad inminente,
y caminan en su suelo solo ausencias, solo hiedras.

¿Quién pudiera convencerla que volviera a ser la Eva
que en un principio sin tiempo Dios le entregara a Adán?
¿Quién convirtiera en fuentes las estepas ya desiertas
y fecundara sus penas para transformarla en pan?

¿Cómo infundirle aliento entre sus surcos resecos
para regarla con mieles de caricias y de amores?
¿Cómo entregarle en besos y en placeres nueva vida
a la tierra que ha cerrado sus encantos al amar?

Descansa ahora entre llanto tus anhelos de alegría,
reposa por un momento mientras llega la estación.
La primavera que esperas no está lejos de tus manos,
Para invitarte de nuevo a entregar el corazón…


Jerson.