EL DIOS GUARDIÁN DEL ORIENTE.
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EL DIOS GUARDIÁN DEL ORIENTE.
EL DIOS GUARDIÁN DEL ORIENTE.
La leyenda del dios guardián no cancerbero, guarda algún parecido con el mito clásico del terrible y temible perro Cerbero que, según los antiguos griegos y romanos vigilaba las puertas del hades esto es, la entrada al reino de Plutón, señor del mundo subterráneo y de los infiernos.
En verdad el hades o tártaro, el averno, o los infiernos, está presente en varias narraciones de la antigüedad y la descripción de esos horribles lugares de perdición fue pasando de forma oral, a través de los siglos, de generación en generación, por lo que, aun hoy en día es posible encontrar en recónditas aldeas y en escondidos rincones de la inmensa y extensa tierra de oriente atisbos o vestigios conservados en escritos apenas legibles o en la memoria de la gente.
PUERTA DEL MAL
El mito explica que las almas de los muertos, antes de llegar a presencia del dios de Muros y Fosos, recibían la ayuda de Abida, deidad que tenia encomendad la tarea de aliviar a todos los humanos a la hora de la muerte, púes acogía a las almas puras y purificaba a las impuras.
También se dice que el tártaro era un lugar de perdición, pero constituido por ciudades llenas de funcionarios y también de edificios diversos que eran como las sedes de los diferentes tribunales, ante dios que tenían que comparecer las almas de los muertos para ser juzgadas.
El propio palacio del Rey Yama se encontraba en una de las ciudades principales del mundo infernal y al lado de este soberbio, y al mismo tiempo tétrico edificio, se alzaban las diversas edificaciones que albergaban en su interior a las terribles cámaras de tortura y suplicio.
Esta mítica ciudad se llamaba Fong-Tu y tenia una entrada principal denominada Puerta Del Mal; en el extremo opuesto quedaba protegida y resguardada por un pestilente río(Los grecolatinos lo llamaban Aqueronte) que contaba con tres puentes, los cuales constituían otros tantos accesos a Fong-Tu aunque por el lado contrario a la zona principal.
El primer puente estaba construido en oro macizo y solo los dioses podían cruzarlo.
El segundo puente era de plata y estaba reservado a las almas que habían sido justas.
El tercer puente era mucho más largo y estrecho que los anteriores y cruzarlo resultaba peligroso, pues carecía de barandales a los que agarrarse.
Las almas que habían sido perversa y viciosas estaban obligadas a cruzarlo, y se caían al apestoso rio serian al instante machacadas por monstruos que tomaban la apariencia de serpientes de bronce y rabiosos perros de hierro.
MITOLOGÍA UNIVERSAL TOMO II PAGINA 69-70-71
La leyenda del dios guardián no cancerbero, guarda algún parecido con el mito clásico del terrible y temible perro Cerbero que, según los antiguos griegos y romanos vigilaba las puertas del hades esto es, la entrada al reino de Plutón, señor del mundo subterráneo y de los infiernos.
En verdad el hades o tártaro, el averno, o los infiernos, está presente en varias narraciones de la antigüedad y la descripción de esos horribles lugares de perdición fue pasando de forma oral, a través de los siglos, de generación en generación, por lo que, aun hoy en día es posible encontrar en recónditas aldeas y en escondidos rincones de la inmensa y extensa tierra de oriente atisbos o vestigios conservados en escritos apenas legibles o en la memoria de la gente.
PUERTA DEL MAL
El mito explica que las almas de los muertos, antes de llegar a presencia del dios de Muros y Fosos, recibían la ayuda de Abida, deidad que tenia encomendad la tarea de aliviar a todos los humanos a la hora de la muerte, púes acogía a las almas puras y purificaba a las impuras.
También se dice que el tártaro era un lugar de perdición, pero constituido por ciudades llenas de funcionarios y también de edificios diversos que eran como las sedes de los diferentes tribunales, ante dios que tenían que comparecer las almas de los muertos para ser juzgadas.
El propio palacio del Rey Yama se encontraba en una de las ciudades principales del mundo infernal y al lado de este soberbio, y al mismo tiempo tétrico edificio, se alzaban las diversas edificaciones que albergaban en su interior a las terribles cámaras de tortura y suplicio.
Esta mítica ciudad se llamaba Fong-Tu y tenia una entrada principal denominada Puerta Del Mal; en el extremo opuesto quedaba protegida y resguardada por un pestilente río(Los grecolatinos lo llamaban Aqueronte) que contaba con tres puentes, los cuales constituían otros tantos accesos a Fong-Tu aunque por el lado contrario a la zona principal.
El primer puente estaba construido en oro macizo y solo los dioses podían cruzarlo.
El segundo puente era de plata y estaba reservado a las almas que habían sido justas.
El tercer puente era mucho más largo y estrecho que los anteriores y cruzarlo resultaba peligroso, pues carecía de barandales a los que agarrarse.
Las almas que habían sido perversa y viciosas estaban obligadas a cruzarlo, y se caían al apestoso rio serian al instante machacadas por monstruos que tomaban la apariencia de serpientes de bronce y rabiosos perros de hierro.
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Luxor- Poeta especial
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Armando Lopez- Moderador General
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