TAREAS

Vertederos de obligaciones
que nos recuerdan
qué debemos hacer y cuando.

Carceleros sin llave
que se llenan de tachones
de urgencias
y gestiones pendientes.

Dictadores mudos
que ordenan
a través de la tinta
de nuestros propios bolígrafos.

Cuadriculados habitáculos
de tareas por hacer
y plazos por cumplir.

En estos tiempos que corren
nos llenamos
de tantas tareas perecederas
de esas que no recordamos
ni nos mueven
más allá del día
en que acabó el plazo para hacerlas.

Que la cabeza queda estrecha
para guardar tanta información.

Por eso la buscamos
nos aferramos a ella:
una pequeña agenda
que piensa y decide por nosotros.

Berenice

En estos tiempos que corren
nos llenamos
de tantas tareas perecederas
de esas que no recordamos
ni nos mueven
más allá del día
en que acabó el plazo para hacerlas.

Hay tantos poemas aquí y tan lindos que elijo la estrofa que me gusta. Besos desde mi bosque de Acadia.

Muy cierto lo que pones en estos versos mi saludo