EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA
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Capítulo VII-Plutón y el orco

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Mensaje por Roque Dom Abr 14, 2024 5:07 am






Capítulo VII-Plutón y el orco

ESTE nombre se deriva de una palabra griega que quiere decir
«riqueza», para significar que la contiene la tierra en sus entrañas, y
fué el que recibió el hijo de Saturno á quien tocó el reino subterráneo
de los infiernos. No halló su majestad diosa que quisiese compartir
con él su triste imperio, y tuvo que robar á Proserpina, hija de su
hermana Céres. El dolor que por este rapto sintió esta diosa, que
corrió mucho tiempo tras del raptor y de su hija, es muy nombrado en
la Mitología.
Había en los infiernos paganos varios ríos, que eran el Aqueronte,
el Cocito, el Flegeton y el Styx. Pasaba á las almas á la orilla opuesta
Carón, que era un viejo nexorable, hijo de Erebo (que era la noche) y
del Caos. Las almas hallaban á la orilla opuesta el tribunal que las
había de juzgar, compuesto por tres jueces, que eran Eaco, Minos y
Radamanto. Las de los buenos iban á los Campos Elíseos, y las de
los malos al Tártaro.
El portero de aquellos lugares era el Can Cerbero, que era un
perro de tres cabezas; hacían de verdugos las tres Furias, que se
llamaban Alecto, Megera y Tisifone, y eran hijas de Aqueronte. Se
pintan con teas y víboras en las manos y cabelleras de serpientes.
Moraban allí también las tres Parcas, que hilaban y cortaban el hilo
de la vida de los mortales. Lachesis tenia el huso, Cloto el hilo y
Atropos, la más vieja de las tres, las tijeras con que lo cortaba.
Forma la alegoría de lo pasado, de lo presente y de lo futuro.
Después de algún número de años pasaban las almas que iban á
los Campos Elíseos de nuevo á vivir en el mundo; pero antes bebían
en el Leteo, que es el rio del olvido, para que olvidasen su anterior
existencia.
Plutón se suele pintar como un rey muy grave, sentado en su trono
una corona de oro; tiene otros varios nombres, como son: Arco,
Februo y Urgo.
Había otro personaje en aquel mustio reino, que era ministro de
Plutón, y se llamaba Pluto. Era el Dios de la Riqueza, y lo hacían hijo
de Ceres y de Jusion, para significar que la agricultura era la
verdadera madre de la riqueza.
Pluto tenia vista; pero habiendo dicho á Júpiter que sólo favorecía
á la virtud, este Dios lo cegó para que no pudiese discernir la virtud y
el vicio.
Píntanlo como un anciano que trae en la mano un talego,
acercándose con paso lento y alejándose con alas, para significar
cuán despacio se adquieren y cuán aprisa se disipan las riquezas.
No saldremos de esta sombría mansión sin que os imponga de
ciertos castigos inferidos allí á algunos criminales, porque han
llegado á ser proverbiales, tal como lo es el tormento de Tántalo, que
padece eterna hambre y sed, metido en un lago, cuyas puras y
frescas aguas se retiran de sus labios cuando á ellas las acerca, y
sobre cuya cabeza cuelgan ramas con sazonadas frutas, que se
elevan á gran altura cuando su mano va á asirlas. Atribuyese este
castigo á varias causas, siendo la más adoptada el haber robado de
la mesa de los dioses el ambrosía, que era su alimento, y el néctar,
que era su bebida, que ambos tenían la virtud de conservar la
juventud y dar la inmortalidad. —Dicen autores griegos que este
tormento de Tántalo es una alegoría para pintar al avaro, que no
disfruta de lo que tiene y cuya ansia no se aplaca nunca.
Es otro tormento el de Sísifo, hijo de Eolo, sobre cuyo crimen hay
varias versiones, pero siendo la más general el que fuese un
salteador de caminos, ladrón y asesino, por lo que está condenado á
subir á un monte un peñasco que apenas llega á la cumbre cuando
cae velozmente al pie de la cuesta, y el condenado se ve obligado á
emprender de nuevo su tarea; por eso se dice de un trabajo que se
hace muchas veces, sin lograr éxito, que es el de Sísifo.
Es también nombrado el castigo de las Danaides, que eran
cincuenta hijas del Rey de Egipto. Su hermano Egisto tenia cincuenta
hijos, y pretendió casarlos con sus cincuenta primas. No siendo
gustoso Danao ni sus hijas en este enlace, pero no atreviéndose á
rehusarlo por temor, se desposaron; pero aquella noche, habiendo
recibido al efecto cada cual un puñal de su padre, mataron á sus
maridos y huyeron á Argos. Una sola, llamada Hipermestra, se
exceptuó de este crimen, por el que están las que lo cometieron
condenadas á llenar de agua una cuba que no tiene fondo, por lo
cual se dice de un trabajo inútil ó inacabable que es el de las
Danaides.
Hay también el tormento de Ixion, que está atado en una rueda
rodeada de serpientes, que da vueltas sin cesar; su crimen fué haber
muerto á su suegro, y perdonado por Júpiter pagó este beneficio con
la osadía de enamorarse de Juno, que se quejó de ello á su marido,
y éste condenó al malvado al referido castigo.

 FERNAN CABALLERO

Roque
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