Seguidillas
2 participantes
EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA :: Poemas Eróticos - Sensuales :: Poesía Erótica Clásica y Breve
Página 1 de 1.
Seguidillas
Seguidillas
Por la mar abajo va Catalina
las piernas de fuera un fraile encima.
Acabe, amigo, acabe presto;
¡Vive Dios que sabe poco de sesto!
¡Ay, Miguel de Golpe, tené ese hombre,
que lo lleva fiado y no le sé el nombre!
No me haga, amigo, esas cosquillas,
que se me hecha el caldo por las rodillas.
A pasito, amigo, no sencarama (sic),
que lo saca de fuera y riega la cama.
A pasito, amigo, más limpio y quedo:
medio real le cuesta el trincadero.
¡Ay bien de mi vida, qué cansada estoy!
Ciento y veinte veces he hodido hoy
Eras puta aprobada del tiempo viejo:
si quieres que te hode rapa el pandero.
Es taimada mi puta: cuando la quiero,
con el agua rosada se lava el coño.
Dime cuándo acabas, moreno amigo,
porque lo hagamos todos en un tiempo mismo.
Vete poco a poco, Juan de mi alma,
que, si soy tardona, la noche es larga.
Quítase (sic) debajo, que me lastima;
acaba esta vez y ponte encima.
Quítase (sic) encima, que me da dolor,
que no he visto en mi vida carajo mayor.
¿Para qué me lo palpa? ¿Piensa ques figo?
En lugar de uno no ponga cinco.
Tiénelo tan ancho la mi morena,
que no sé si está dentro o si está fuera.
Quítase (sic) presto las agujetas,
que me muero de frío y estoy sin medias.
Morió Palomares, las hijas lloran,
y los trincaderitos de luto entoldan.
Diga a su amiga, señor Morales,
que se ponga en su coño dos alamares.
Date prisa, acaba, que me viene el gusto,
pues sabes que lo tengo harto justo.
¡Ay que para arriba y para abajo
hacen su efeto el coño y el carajo!
Mira que yo acabo y tú no vienes;
date prisa, amor mío, ¿qué te detienes?
Que por un gustillo de tanto placer
se pierden los hombres y me he de perder.
¡Pues he puesto el eje a la rueda, anda!
Hazme, vida, un pasito de zarabanda.
Déjeme agora, que viene alguno;
que después tendrá tiempo oportuno.
Que no hay tal carajo como el del guitón,
que entra justo y busca cualquiere (sic) rincón.
Que cuando lo hago a mi fregona,
hace más monerías que una mona.
Cíñeme esos brazos y aprieta fuerte,
que me toma la rabia de la muerte.
Últimos años del siglo XVI. Autor desconocido.
Galius- Moderador General
- Cantidad de envíos : 2549
Puntos : 47278
Fecha de inscripción : 19/02/2013
EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA :: Poemas Eróticos - Sensuales :: Poesía Erótica Clásica y Breve
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.