SENOS

senos

Algunas noches
cuando revolotea el pájaro invisible
y mis ansias permiten adivinar
tu piel joven,
aprieto tu carne,
olvido mis inquietudes
y rompo tu agua alegre
sin dejar de besar tus coronas,
sin dejar de mirarlas
como quien mira
                     una tierra imprevista,
                     un pan perdurable,

Pero otras noches
eres un desfiladero palpable de nubes y caballos,
entonces mi ejército inmóvil
clava entre los tuyos
la bandera enemiga
hasta desperdigar
sobre tus aguas
la ardiente zarza,
el murmullo del miedo y la ferocidad.

¡Oh, cuánto escondes en tu pecho mujer!
sobre la mesa de la gloria,
todos hemos huido de tu cicatriz venerable,
todos hemos recordado en ti el rostro de la sangre,
ese tenue mirador del infinito.

Mujer, innumerables veces he muerto
sin pena entre tus senos,
para luego resucitar dichoso
con el rocío leve de tu innombrable
                     claridad.

Moisés Sánchez Franco