ABRIENDO TUS PIERNAS

ABRIENDO TUS PIERNAS

Llegue como fogata
de carbones ardientes.
encendida como el mar embravecido…

Tus olores me trastornaban,
los percibí desde afuera;
era como el musgo el mío pacholí…
se entrelazaban igual que el colibrí en la petunia.

Ya frente a ti, vi tu ingenuidad
ante el hambre de mis pupilas.

Te abrace, lamí tus olores,
tu olor a incienso.
mis manos corrían tiernamente
por tus hermosos glúteos.

En tu vello púbico…
caracoles que aspiro a la intemperie.
mientras tu mástil seguía trepando
con su olor a musgo infernal.

En tus dulces manos
mis caramelos apretando…
abriendo tu boca y probando
mi feminidad maternal.

Mientras se deslizan tus dedos
entre mis muslos… falenas inquietudes
que me hacen suspirar.

Tu lengua, pececillo saltarín
en mi concha carmesí…

Aguaceros de flora
inunda nuestros cuerpos
cuando tu mástil
abre su vela en mí…

Escritor