Llegaste
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Llegaste
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Al fin el sol regreso
y vi florecer mis ilusiones.
Escuche la caída de los pétalos de aquel rosal,
que desmembraba como cirujano aquel travieso picaflor.
La música inundó mi alma
y el mundo se cubrió de luz.
Había sido triste, largo, duro
y frio aquel otoño.
Con árboles descarnados y espesos nubarrones,
que nublaron todos mis recuerdos, todo mi pasado.
Un otoño gris, silencioso,
de mañanas muy heladas y tardes de pereza,
de inquietante pena y el viento
golpeando sin clemencia mi estancia,
la lluvia golpeando inclemente sus cristales,
ruidos que atormentan mi mente.
Era la soledad que me invadía con su nombre,
sigilosa amiga de ese tiempo,
y fue en ese momento, justo en ese momento,
cuando las nubes fueron cortadas
por ese rayo de sol tímido que se posó sobre mis pies
y me levantó del sillón
en el que me encontraba contemplando
pasar los días envuelto de preocupaciones.
Ese rayo de sol que entraba por mis pies
hizo que me ocupara de mi otra vez,
calentó todo mi cuerpo,
su energía cruzó el dintel de mi puerta,
llegó a mi corazón, abrió ventanas,
ventiló los raíles mendrugos que allí quedaban…
Me dolía el pecho, sentía bombear mi alma,
estaba de a poco volviendo a la vida
y fue tan sólo un acto su de valentía,
tomarme de la mano y sacarme de la apática agonía.
Fue mi primavera y mi verano,
fue cánticos entonados,
fue una delicia su paso,
un manjar dulce que extraño.
Martín Bogdan
Al fin el sol regreso
y vi florecer mis ilusiones.
Escuche la caída de los pétalos de aquel rosal,
que desmembraba como cirujano aquel travieso picaflor.
La música inundó mi alma
y el mundo se cubrió de luz.
Había sido triste, largo, duro
y frio aquel otoño.
Con árboles descarnados y espesos nubarrones,
que nublaron todos mis recuerdos, todo mi pasado.
Un otoño gris, silencioso,
de mañanas muy heladas y tardes de pereza,
de inquietante pena y el viento
golpeando sin clemencia mi estancia,
la lluvia golpeando inclemente sus cristales,
ruidos que atormentan mi mente.
Era la soledad que me invadía con su nombre,
sigilosa amiga de ese tiempo,
y fue en ese momento, justo en ese momento,
cuando las nubes fueron cortadas
por ese rayo de sol tímido que se posó sobre mis pies
y me levantó del sillón
en el que me encontraba contemplando
pasar los días envuelto de preocupaciones.
Ese rayo de sol que entraba por mis pies
hizo que me ocupara de mi otra vez,
calentó todo mi cuerpo,
su energía cruzó el dintel de mi puerta,
llegó a mi corazón, abrió ventanas,
ventiló los raíles mendrugos que allí quedaban…
Me dolía el pecho, sentía bombear mi alma,
estaba de a poco volviendo a la vida
y fue tan sólo un acto su de valentía,
tomarme de la mano y sacarme de la apática agonía.
Fue mi primavera y mi verano,
fue cánticos entonados,
fue una delicia su paso,
un manjar dulce que extraño.
Martín Bogdan
HORIZONTES- Cantidad de envíos : 1317
Puntos : 39191
Fecha de inscripción : 24/03/2015
Re: Llegaste
Presente. Gracias por compartir esta poesía respetable poeta, saludo fraternal desde la montaña.
Roque- Poeta especial
- Cantidad de envíos : 542
Puntos : 12434
Fecha de inscripción : 19/09/2021
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