DE NIEVE
EL AMANECER DE LA POESIA DE EURIDICE CANOVA Y SABRA :: Grandes Poetas y Escritores Consagrados :: Talentos de la Poesía :: Marina Pastor Diez
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DE NIEVE
DE NIEVE
No digo que no te quiera ni que te quiera olvidar.
En lo nuestro hay un pilar que no puede derrumbarse
Se fundó cuando llegaste… a mi vida sin llamar.
Dime si por el camino encontraste mis espigas
O se volvieron ortigas sin dejarte caminar.
………………………………………….
Tú recuerdo; ese abrigo… el que sostiene dolor.
Te recuerdo aquella flor que siempre vive con-migo.
¡Espera! No te vayas cuando diga no te quiero.
Esa frase es lo primero, después te busco en la mente
Y con paso indiferente quiero seguir recordando,
En el silencio llamando tú nombre como castigo.
…………………………………………..
A la sombra estoy contigo pero en mí tú resplandeces
A mis brazos obedeces y yo a los tuyos me arrullo.
Te busco por las mañanas y te sueño por las noches
En un cruce de reproches volvemos a separarnos,
Pretendemos olvidarnos de ese amor puro, constante
Que se muere a cada instante y vive cada segundo.
…………………………………………..
¡Es delirio! ¡Amor profundo! Sed de soñar a placer,
De ese amor enloquecer, buscar mi alma en la tuya
Y respirar… ¡Aleluya!
Ni nos hablamos, ni vemos, sólo sé que nos queremos
Y tan sólo dar las manos nuestra piel tiene consuelo
Y al pensamiento dejamos ser feliz por un momento.
…………………………………………..
¿Es delirio? ¡Es tormento! Es amor ciego que invade
El alma y el sentimiento y de nieve… un juramento.
Autora: Marina Pastor Diez
No digo que no te quiera ni que te quiera olvidar.
En lo nuestro hay un pilar que no puede derrumbarse
Se fundó cuando llegaste… a mi vida sin llamar.
Dime si por el camino encontraste mis espigas
O se volvieron ortigas sin dejarte caminar.
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Tú recuerdo; ese abrigo… el que sostiene dolor.
Te recuerdo aquella flor que siempre vive con-migo.
¡Espera! No te vayas cuando diga no te quiero.
Esa frase es lo primero, después te busco en la mente
Y con paso indiferente quiero seguir recordando,
En el silencio llamando tú nombre como castigo.
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A la sombra estoy contigo pero en mí tú resplandeces
A mis brazos obedeces y yo a los tuyos me arrullo.
Te busco por las mañanas y te sueño por las noches
En un cruce de reproches volvemos a separarnos,
Pretendemos olvidarnos de ese amor puro, constante
Que se muere a cada instante y vive cada segundo.
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¡Es delirio! ¡Amor profundo! Sed de soñar a placer,
De ese amor enloquecer, buscar mi alma en la tuya
Y respirar… ¡Aleluya!
Ni nos hablamos, ni vemos, sólo sé que nos queremos
Y tan sólo dar las manos nuestra piel tiene consuelo
Y al pensamiento dejamos ser feliz por un momento.
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¿Es delirio? ¡Es tormento! Es amor ciego que invade
El alma y el sentimiento y de nieve… un juramento.
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