TÚ SIEMPRE ESTÁS AHÍ
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TÚ SIEMPRE ESTÁS AHÍ
TÚ SIEMPRE ESTÁS AHÍ
Sé que tú nunca me has pedido explicaciones ni yo te las he tenido que dar, quizás es porque necesito escribir, desahogarme, necesito tener un destinatario, y tú siempre estás ahí.
Quiero expresar mis sentimientos, pero todo lo que me parecía diáfano se me torna difuso, quizás temo que me juzgues mal, o tal vez la vergüenza que siento engarrota mi mano a la hora de escribir, no sé cómo empezar pero temo que una vez que empiece no podré parar.
Tendría que empezar diciéndote que suelo ser un solitario que le hace daño su propia soledad, no se vivir en compañía, el peso de la compañía me desquicia, no soporto tantos ruidos, voces, la forzosa necesidad de compartir espacios, quería partir sentirme yo.
Y ahora que estoy solo, tanta soledad me oprime el pecho, me gusta estar solo pero necesito sentir el calor, el afecto de los demás, me siento como un náufrago que navega a la deriva, en un mundo de soledad, mi mundo.
Por la noche me cuesta dormir, me despierto sobresaltado, nervioso, temo que me estoy acostumbrando a esta soledad, abro los ojos, me veo a mí y a mis sombras, todo está en silencio, no oigo las voces, los ruidos, que tanto me desquiciaban, y es como si flotara en un vacío insondable, propio, sin metas ni razones.
Y entonces me siento como privado del tiempo, relevado de cualquier obligación. Estoy lejos del mundo, de la rutina y de mi propia soledad. Suspendido en algún extraño universo perfecto. Efímero como una pompa de jabón.
Juan Antonio
Sé que tú nunca me has pedido explicaciones ni yo te las he tenido que dar, quizás es porque necesito escribir, desahogarme, necesito tener un destinatario, y tú siempre estás ahí.
Quiero expresar mis sentimientos, pero todo lo que me parecía diáfano se me torna difuso, quizás temo que me juzgues mal, o tal vez la vergüenza que siento engarrota mi mano a la hora de escribir, no sé cómo empezar pero temo que una vez que empiece no podré parar.
Tendría que empezar diciéndote que suelo ser un solitario que le hace daño su propia soledad, no se vivir en compañía, el peso de la compañía me desquicia, no soporto tantos ruidos, voces, la forzosa necesidad de compartir espacios, quería partir sentirme yo.
Y ahora que estoy solo, tanta soledad me oprime el pecho, me gusta estar solo pero necesito sentir el calor, el afecto de los demás, me siento como un náufrago que navega a la deriva, en un mundo de soledad, mi mundo.
Por la noche me cuesta dormir, me despierto sobresaltado, nervioso, temo que me estoy acostumbrando a esta soledad, abro los ojos, me veo a mí y a mis sombras, todo está en silencio, no oigo las voces, los ruidos, que tanto me desquiciaban, y es como si flotara en un vacío insondable, propio, sin metas ni razones.
Y entonces me siento como privado del tiempo, relevado de cualquier obligación. Estoy lejos del mundo, de la rutina y de mi propia soledad. Suspendido en algún extraño universo perfecto. Efímero como una pompa de jabón.
Juan Antonio
Juan Antonio- Cantidad de envíos : 917
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Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: TÚ SIEMPRE ESTÁS AHÍ
Describirse ante el amor con este gran trabajo, un fuerte abrazo.
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Juraría que toco el piano cuando escribo poesía,
pero eso es una alegoría o es tan solo una quimera.
EURÍDICE CANOVA
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