UN ADIÓS MORTAL

UN ADIÓS MORTAL

Espectros de muerte parasitan mi mente,
envenenan mi sangre hasta torturar mis simientes;
latidos en decadencia yacen en el letal lecho,
el final se siente... ¡la agonía es un hecho!

Las órbitas ensangrentadas lanzan su olor nauseabundo,
descomponiendo el cuerpo hediondo y que cuenta segundos;
la masa opulenta de huesos ya se despide,
la caricatura de vida cierta el llanto consigue.

Materia que transita casi inerte en el sendero pestilente,
con los músculos mutilados cercenados por la muerte;
despedida sin retorno de la mano que se agita,
lágrimas que se congelan... ¡un amor ya agoniza!

El desenlace es irreversible,emociones que sufren esbozos sin gloria,
la faz terminal es un hecho, sera ceniza en mi memoria;
el pecho oprimido se vuelve un nido lacónico,
el adiós mortal le robó al fin... ¡su rol protagónico!

SABRA Y EURÍDICE CANOVA